Si Henry Dunant no hubiera comprendido con toda claridad el valor de la buena comunicación nunca hubiera escrito Recuerdo de Solferino, un libro que movió la conciencia de las naciones a la acción. En Estados Unidos, Clara Barton, fundadora de la Cruz Roja Norteamericana, también era una comunicadora. A diferencia de muchos de sus coetáneos, mantenía buenas relaciones con la prensa, pues reconocía la importancia de la oportunidad, del interés humano del mensaje y de su repetición. Lo que transmitía al público era una imagen de firmeza y dedicación a la salvaguardia de los ideales humanitarios.